Nada más llegar, muerto de hambre, llamé a Arco para ver si me podían dar algo de cenar, ya que no tenía absolutamente nada de comida. Arco me cocinó pasta y de paso me pasé por mi viejo piso para saludar a Javi y conocer a los nuevos compañeros, un turco y un australiano (todavía no recuerdo los nombres).
Si oberváis en la pared, Arco ha pintado algunos cuadros nuevos estas navidades, y según me contó ¡ha vendido uno por 200 euros!
Vte
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario