Después de la salchichada tocaba reemprender la marcha y así lo hicimos. Mientras un grupo de nativas recogían bayas otras se ponían en marcha, y detrás los españoles. Por desgracia, resultaron ser las rubias con menos luces de toda Finlandia, y a pesar de llevar mapa y que solo había un cruce en todo el camino (el de la foto), nos llevaron por donde no tocaba. Cuando ya casi veiamos la frontera rusa, llamaron a "La Pepi" que envió refuerzos, una rubia que sí que se sabía el camino. A partir de aquí no pude hacer mas fotos, porque se empeñaron en que a las 5:30 teníamos que estar en el autobus, no importa los kilómentros extra que teniamos por delante. Ritmo infernal, sudor, piedras, raices, barro.. debido a las maldiciones que proferiamos los españoles toda la fauna local se fue a Noruega, así que no vengais a ver renos hasta dentro de un mes. Menudo cabreo que nos trajimos para casa. Hemos prometido no volver a apuntarnos a ninguna excursión a los pantanos y el que falte a la promesa no volverá a beber mintus.
Javi S.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario