jueves, 18 de octubre de 2007

El silencio


Estaba esta tarde comprando en un hipermercado (estilo carrefour) y me estaba dando cuenta de una de las características de los países nórdicos que más nos sorprenden a los latinos: el silencio. Iba comprando rodeado de gente y pensando, "si cierro los ojos creería que estoy solo", dado el silencio y la tranquilidad que sentía en ese momento. Nada de música atronadora por los altavoces, ni de niños chillando o familias comentando a grito pelado todas y cada una de sus decisiones. Aquí la gente compra con calma, casi sin hablar, o si comentan algo lo hacen surrurando, no gritando. Es realmente un placer comprar así, sin escuchar conversaciones de los demás, sin más estímulos que tus pensamientos y tus decisiones de compra.

Y no solo en el supermercado, en los autobuses, en el aeropuerto, en las calles, en las tiendas, en los trenes... De hecho el fin de semana pasado en el tren me di cuenta de que había unas cabinas para meterte si te llaman por el móvil, y así no molestar a los demás con tu conversación. Estábamos dos españoles hablando y realmemte hacíamos más ruido que todo el vagón.

En muchas ocasiones, si lo piensas friamente, los españoles somos algo molestos con ese estilo de vida, y tenemos la suerte de que son muy calmados y respetuosos, porque sino... Por ejemplo cuando están esperando en la cola del guardaropa con silencio sepulcral y los españoles cantamos canciones y hablamos a grito pelao, nos miran de reojo con cara de pocos amigos, y es normal. Es como si estamos en España y en una cola unos italianos no paran de chillar y cantar, ¿no?

También estaba pensando en otra cosa muy chocante para nosotros y son los silencios entre las conversaciones. Cuando llegué aquí el primer día, me vino a buscar un finlandés, y yo no podía parar de hablar, de preguntar, ¡para nosotros son muy violentos los silencios! Pero el tío iba conduciendo todo tranquilo, me contestaba "sí" y se volvía a quedar callado largo rato hasta que yo le volvía a interrumpir con mis conversaciones absurdas. Y es que si lo piensas, muchas veces metemos demasiado relleno en las conversaciones, solo por el hecho de evitar esos momentos "violentos". Los españoles deberíamos aplicarnos en más de una ocasión ese proverbio no sé si árabe o hindú: "Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio: no lo digas"
¿qué opináis?

Vte

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